Amor de sal...

Cielo de aguas de olvido. Frescor perezoso de palmeras inexistentes. Fuente recién abierta.

Aguasangre, que a través de las venas de la tierra viene del seno de una campesina

y brota en ese punto donde se rompe la vena más débil y amorosa de la tierra.
m

Tú, desde el cielo de la frente hecha para el vuelo de los más puros pensamientos,

hasta el rastro de música apagada que deja el pie desnudo en la arena de una playa nocturna,

Aún no descubierta.

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Las palabras nos separan y nos demoran el amanecer de los besos.

La madrugada de los ojos en los ojos.

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Por eso el dedo índice sobre mis labios te construye en silencio,

esa atmósfera donde alientas y que te crea de nuevo,

deleitándose en cada forma con la pasión de un escultor.

m
Por mi silencio existes.

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No necesitas la realidad de la forma, ni la piel, ni el relieve de las venas…

m

Prescindes ya del nombre.

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* * *

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Fragmento de un poema de Emilio Ballagas (Canción sin tiempo)