Habitualmente los errores son fortuitos y no provocados, en otro caso, no serían errores, serían..., llámalo como quieras!. Muchas veces de los errores, de que no salgan las cosas como queremos, de los contratiempos y de las torceduras o meteduras de pata, no solo salen cosas malas, diría que en la mayoría de las ocasiones sale... "algo que no es malo", que aunque no entendamos y que antes de borrarlo de nuestra cabeza, corazón o cámara, prestándole un poco de atención y dedicación, reflexionando sobre ello y siendo positivos, estoy seguro, sacaremos una buena lección, una grata sorpresa e incluso las energías necesarias para corregir el error, eso que llamamos "segundas oportunidades" o... una bonita imagen, que como en esta ocasión, parece ajena al mundo de la fotografía y más dentro del mundo del lienzo.
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Esta foto salío de un error fortuito al mover la cámara, sin querer, tratando de fotografiar una playa de Huelva en plena noche. Como soporte para la cámara tenía una concha que salvaba el desnivel que hacía la base de un poste de madera, que era mi trípode. La concha cedió, la cámara se movió y yo la recoloqué, dando como resultado una fotografía que creo preciosa.